Un hombre hizo
un experimento con unos lentes raros; se los colocó frente a sus ojos,
y comenzó al mirar todo al revés. A un principio, todo
le parecía al revés, y le costaba mucho actuar. Pero
después de unas horas de estar con ellos puestos, su organismo se
había acomodado tan bien a aquel cambio, que ya no le afectaba mirar
al revés, pues le parecía tan derecho, que aun le fue posible
manejar un avión de esa manera. Pero, un fenómeno interesante
es que cuando se quitó esos lentes, la vida real le parecía
ser toda “al revés”. Sin embargo, todos sabemos que ahora era él
quien estaba equivocado, pues todas las cosas andaban perfectamente bien.
Isaias:
5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la
luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce
por amargo!
5:21 ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante
de sí mismos!
lunes, 7 de mayo de 2012
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